Llamé a tu corazón… [Poema - Texto completo.] Medardo Ángel Silva Llamé a tu corazón… y no me ha respondido… pedí a drogas fatales sus mentiras piadosas… en vano! contra ti nada puede el olvido: he de seguir de esclavo a tus plantas gloriosas! Invoqué en mi vigilia; la imagen de la Muerte y del Werther germano, el recuerdo suicida… y todo inútilmente! el temor de perderte siempre ha podido más que mi horror a la vida! Bien puedes sonreír y sentirte dichosa: el águila a tus plantas se ha vuelto mariposa, Dalila le ha cortado a Sansón los cabellos; mi alma es un pedestal de tu cuerpo exquisito; y las alas, que fueron para el vuelo infinito, como alfombra de plumas están a tus pies bellos! Libro del amor, 1915-1917
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Letra: MEDARDO ANGEL SILVA Música: FRANCISCO PAREDES HERRERA Cuando de nuestro amor la llama apasionada, dentro de tu pecho amante contemples extinguida, ya que sólo por ti la vida me es amada, el día en que me faltes me arrancaré la vida. Porque mi pensamiento lleno de este cariño, que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo, lejos de tus pupilas es triste como un niño, que se duerme soñando en tu acento de arrullo. Para envolverte en besos quisiera ser el viento, y quisiera ser todo lo que tu mano toca; ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento, para poder estar más cerca de tu boca. Vivo de tu palabra y eternamente espero, llamarte mía como quien espera un tesoro. Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero, y besando tus cartas ingenuamente lloro. Perdona que no tenga palabras con que pueda, decirte la inefable pasión que me devora; para expresar mi amor solamente me queda, rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda, dejar mi palpitante corazó...
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MELANCOLIA (Pasillo) Letra: Arturo Borja Música: Carlos Brito Benavides Melancolía, madre mía, en tu regazo he de dormir y he de cantar, melancolía, el dulce orgullo del sufrir. Yo soy el rey abandonado de una Thulé dorada donde nunca viví y al verme pobre y desterrado vuelvo los ojos hacia ti. Melancolía... Tú eres buena, tú aliviarás este dolor; para esta pena serán tus lágrimas de amor. Y así, la vida: las estrellas mintiendo amores con su luz, cuando muy bien pudiera que ellas fueran los clavos de una cruz. Melancolía, madre mía, en tu regazo he de dormir y he de cantar, melancolía, el dulce orgullo del sufrir.
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PARA MI TU RECUERDO (Pasillo) Letra: ARTURO BORJA Música: MIGUEL ÁNGEL CASARES Para mí tu recuerdo es hoy como la sombra del fantasma a quien dimos el nombre de adorada; yo fui bueno contigo, tu desdén no me asombra, pues no me debes nada ni te reprocho nada. Yo fui bueno contigo como la flor que un día del jardín en que sólo soñaba me arrancaste; te di todo el perfume de mi melancolía y como quien no hiciera ningún mal, me dejaste. No te reprocho nada o a lo más mi tristeza, esa tristeza enorme que me quita la vida, que me asemeja a un pobre moribundo que reza a la Virgen pidiéndole que le cure la herida.
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FATALISMO (Pasillo) Letra: ERNESTO NOBOA CAAMAÑO Música: CARLOS BRITO BENAVIDES Y habló así la gitana de nívea cabellera, que llevaba cien años diciendo la ventura: "Nunca hallará tu alma lo que alcanzar espera y no podrá curarse del mal que tortura". "Conservar el recuerdo de una región pura, donde esa mujer-ángel fue tu fiel compañera. Escancia hasta las hoces tu cáliz de amargura: es la expiación de tu alma seguir a una quimera". Terminó la gitana su triste profecía; me miró fijamente y se alejó llorando: le desgarraba el pecho la desventura mía. En angustiosa espera los años van pasando me ceñirá la muerte con su caricia fría y en ultratumba... siempre continuaré esperando.
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EMOCIÓN VESPERAL (Pasillo) Letra: ERNESTO NOBOA CAAMAÑO Música: LAURO GUERRERO VARILLAS Hay tardes en las que uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cierto y silenciosamente de algún puerto irse alejando mientras muere el día. Emprender una larga travesía y perderse después en un desierto y misterioso mar no descubierto por ningún navegante todavía... Aunque uno sepa que hasta los remotos confines de los piélagos ignotos, le seguirá el cortejo de mis penas; Y que al desvanecerse el espejismo, desde las glaucas ondas del abismo le tentarán las últimas sirenas. e uno desearía e uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cierto y silenciosamente de algún puerto irse alejando mientras muere el día. Emprender una larga travesía y perderse después en un desierto y misterioso mar no descubierto por ningún navegante todavía... Aunque uno sepa qu...